lunes, 27 de agosto de 2012

martes, 10 de enero de 2012

Mutación climática. Nota.

Desde la Edad Media que en la zona "du Midi", en el Meditarráneo Francés, la legislación ha tomado en cuenta los períodos de Mistral, un viento que viene de Africa y cuyas ráfagas cálidas, se dejan sentir con intensidad durante meses. La observación de las conductas, ha hecho desde entonces que las penas judiciales se bajen, si los delitos son provocados en éste período. La gente, bajo los efectos del Mistral, tiene conductas excesivas, que incluso en condiciones de delito, son anormales. (Le Roi Ladurie, La Bruja de...). Este reconocimiento histórico de los impactos de la "naturaleza" sobre las conductas humanas, cobra relevancia absoluta, frente a las mutaciones que está sufriendo el clima en la actualidad.

La variable climática, siempre ha sido parte fundamental de las consideraciones que determinan nuestra actividad física y mental y así, parte indisociable del pensamiento humano y de los valores de representatividad asociados. Según los modos de vida llevados a cabo por las poblaciones respectivas, esta atención ha sido mayor. Los campesinos, por ejemplo, siempre han tenido conductas rituales, asociadas a esta condición de conciencia e interpenetración. Así por ejemplo, la conducta española, presente tradicionalmente en zonas de todos los países americanos, llamada "abracañuelas".

Desde luego, en otras áreas de la actividad, desde el neolítico en adelante, ésta conducta es también, lógicamente existente, como por ejemplo, en la actividad pesquera. Evidentemente los pescadores deben saber "leer" las características del tiempo, para saber como ello afectará las condiciones de su trabajo. Muy probablemente, éste conocimiento, sea incluso mayor que el nacimiento de la agricultura, y aún en las sociedades nómades, la presencia del tiempo y sus condiciones estuviera mucho más presente que o que nos imaginamos, desde que la hemos perdido.

La sociedad capitalista industrial, nos ha alejado de la naturaleza, haciendo que el divorcio sea hoy brutal. No obstante, es un condición "natural" de la especie. Así nos hayamos acostumbrado a concebirla cmo un ente ajeno y la relación directa se haya -aparentemente- perdido. Por una parte seguimos dentro del pasado que nos ha formado y del cual somos parte. Por la otra, ello prefigura también éste momento particular de nuesta historia, que hemos categorizado como una transformación Copernicana, en el cual, es el mismo ser humano, quien ocupa el verdadero centro de todos laos aspectos del universo en que vivimos.

domingo, 1 de enero de 2012

saludos desde el sol magnético

La reconfiguración tardía de la conciencia ausente. Mientras tanto... ¡Felicidades para todos!...

Comencemos por señalar tres áreas de impacto que condicionan -inconscientemente- las prácticas de interpretación de lo real, a partir de la irrupción sensible del Cambio Climático y que debieran convertirse en brújula y mapa de navegación de política.

Uno: la constatación inmediata, sin mediaciones ni fetichismos de mercancía, de la globalización: el planeta es uno, y es un sistema: lo que se hace en un lugar, afecta en otros lugares. El aleteo de la mariposa, revisitado.

Dos: la introducción de la noción de largo plazo, también de manera real. Nuevamente sin mediaciones como sostendremos ocurre en el caso de la planificación tradicional. Las políticas (siempre en la perspectiva de la "triple hélice": gobierno, empresa, academia) se ven impelidas a realizar modelos, proyecciones, down-scaling, y adecuar sus acciones en períodos de tiempo de 20, 50 y 100 años.

Tres: La configuración de equipos multidisciplinarios. La introducción masiva, de variables extremadamente complejas que provienen de campos disciplinarios dispersos, solicitan de la confluencia de puntos de vista distintos, que se complementen en unidades organizacionales operativas.

Dos otros criterios de contexto, y que forman una primera infraestructura sobre la cual los anteriores principios encuentran origen y escenario de representación, son el fastuoso desarrollo y masificación de las tecnologias aplicadas y la extrema desigualdad con que se reparten riqueza y poder, a todos los niveles, como relaciones entre paises y dentro de los mismos, entre las personas.

La confluencia entre estos elementos y la sucesión de eventos extremos catastróficos, en un mundo cada vez mas poblado, con demandas mayores de recursos en la misma medida que se hacen mas escasos, lleva a que el divorcio entre quienes sufren la realidad en el cuotidiano de sus existencias (que en rigor, aunque de diferentes maneras, somos todos) y las representaciones políticas que hemos llegado a dotarnos, sean también crecientemente insatisfactorias.

La instalación de un diálogo fructífero -en términos de supervivencia de las especies, la nuestra incluída-, entre todos, al interior de las naciones, que se reproduzca efectivamente en las representaciones internacionales , se transforma velozmente y en si mismo, en una dimensión ética. Como el Cambio Climático.